No he seguido mucho todo lo que ha pasado con esto, pero lo de Nokia no tiene nombre... De ser la empresa líder indiscutible en telefonía móvil ha pasado a quedar relegada y a tener que firmar con Microsoft para salvarse.
Tengo un Nokia, que padezco con paciencia infinita, y eso que hace unos pocos años me parecían los mejores teléfonos. La máquina es buena, pero el sistema operativo (Symbian) es infumable si lo comparamos con Android o con el iPhone. Las operaciones son complicadas de realizar, absurdas y poco intuitivas. Hay que aprenderlo para sacarle partido, y yo soy como la mayoría: ni tengo tiempo ni quiero tenerlo para eso.
El que Nokia haya decidido irse por el Windows Phone 7, uniéndose a Microsoft a cambio de pasta probablemente mejorará de momento sus números, pero a la larga condena a Nokia a no ser nunca más la que era, a no ser una alternativa, y a Symbian a la desaparición. Es más, Microsoft no ha podido con el iPhone ni con Android hasta la fecha, y falta por ver que realmente pueda. A mi me hubiera gustado más si hubiera seguido apostando por Symbian.
En todo caso, no es mala noticia para el usuario. Si Nokia hubiera adoptado Android sólo quedarían 2 competidos en el mercado, Android e iPhone, y este último siempre será un caso aparte, al ser exclusivo de Apple. Mejor si son 3, y aunque me inquieta ver a la empresa de Redmond entrar "a saco" en el negocio, después de tanto intento fallido en el pasado, es cierto que Nokia es aún muy grande, y juntos pueden hacer pupa a los competidores si lo hacen bien.
En fin, digamos adiós a Nokia, al menos a la que conocemos.
Lo curioso es que Android fue realizado por una empresa a la que enseguida compró Google, que es software libre, por estar basado en Linux, y que Google es una empresa que hasta hace poco no tenía nada que ver con la telefonía móvil. Nokia intentó liberar Symbian, para que se desarrollara en la comunidad, pero lo hizo demasiado tarde. Asi, pues, en realidad esta historia tiene también que ver con el software libre.
Hace tiempo que el móvil dejó de ser sólo un teléfono para convertirse en un ordenador de mano, y como en todos los ordenadores, lo más importante es el Sistema operativo, el software, no la máquina. Nokia tardó en verlo, y se ha quedado fuera.
Ahora falta por ver si la "tienda de aplicaciones" de Microsoft puede competir con la de Android (lo de Apple es un caso aparte). Este será el gran reto a superar, y puede que hasta la culpa de su fracaso.